Entradas populares

miércoles, 6 de noviembre de 2013

NUEVAS PALABRAS

Casi siempre la búsqueda es una constante en los poetas. La poesía se diferencia de la prosa, a mi manera de ver, en la profundidad de la que nace. No es lo sencillo, lo que todo el mundo puede entender, tan fácil de escribir como pueda parecer en principio. Hay algo que nos atrae, que nos identifica con el alma de quien escribe con palabras salidas de la entraña. Pueden ser, incluso palabras coloquiales, de las que se utilizan en una conversación normal. Lo misterioso, lo inexplicable, es que con esas palabras colocadas en función de una manera de sentir, alguien pueda emocionar. Creo que la poesía, para salir de ese enclaustramiento en el que sobrevive, debe atreverse a ser humilde, a crear emociones desde la sencillez. No es este comentario un atentado contra ninguna forma de poesía, porque la poesía, en primer lugar, es arte y como tal, puede presentarse de mil maneras diferentes. Es sólo una apreciación de alguien a quien su intelecto no da para más.


Esta nueva entrega pretende hablar de esto de manera poética. Espero haberlo conseguido




Nuevas palabras. O cambiar las formas.
Decir de otra manera, Buscar otros propósitos.
El de ser, por ejemplo, más sincero.
El de darle a las cosas el sentido
con el que todo existe. Los poemas
son improntas de vida, ramalazos
de esa intensa tormenta en la que somos.
Cuando uno lo descubre, cuando llega
a ese lugar del ser en el que el tiempo
es más un aliado; cuando acaso
ya no queda más tiempo que el del verso
protegiendo, precario, el andamiaje,
es la hora -y no valen prebendas-,
de llamar a las cosas por su nombre.

Pesa menos el mundo. La mirada
se posa como un pájaro, sin prisa,
con esa precisión que la costumbre
pone en la liviandad de nuestros gestos.
Así el poeta sabe que ha llegado
a las nuevas palabras, las que nacen
de la propia experiencia, liberadas
de adornos o de afeites engañosos.
Y cuenta sus vivencias mansamente,
porque la mansedumbre es una ciencia
difícil de aprender. Cuestión de vida.
Cuestión de desengaños, de derrotas,
de hacerse o deshacerse pulso a pulso
como dunas de un único desierto.


Desnudar la palabra, ese es su anhelo,
presentarla recién amanecida
con olor corporal, con desaliño,
auténtica en su forma y en su fondo
Ya es su decir tranquilo; de maestro
que quisiera evitarnos sus fracasos;
de amigo fiel a pie de confidencia.
Sabe, el poeta bien sabe que es difícil
la meta perseguida; que el poema
tendrá tantas lecturas como ojos
indaguen en su centro. Pero intenta
-palabra que lo intenta- ser coherente
con esa nueva forma de asomarse
a los pliegues profundos del poema.