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domingo, 27 de julio de 2014

¿UN DIOS MENOR...?



Quiero relataros una historia; pero no tengo elementos suficientes para dar coherencia a la trama, ni argumentos para darle credibilidad. Más que historia es una revelación, un sueño utópico que nadie creerá; es más, muchos habrá que lo tachen de disparate. Otros intuirán en la lógica simplista de mi narración, algo así como un ejercicio espiritual, una búsqueda errónea, un desajuste total en los esquemas que conforman mi raciocinio.

De hecho, no me aventuraría en esta empresa si no sintiera la imperiosa sensación de obligatoriedad que emana de mi sueño. El porqué he sido yo el elegido para dar forma a esta visión es algo que escapa a toda explicación lógica. Quizá sea porque mi mente está en relación directa con el origen, o dicho de otro modo: mi búsqueda es un salto en el vacío hacia una plenitud que intuyo tan simple como impresionante.

El hombre, ese ser curioso que puebla la Tierra, siempre ha estado a vueltas con el porqué de la existencia, con el fin para el que ha sido creado, con la inmortalidad que su ego necesita. Y se ha creado explicaciones para todos los gustos y dioses de todos los estilos y formas de vida después de la muerte por las que el padecimiento y la enfermedad, la vejez o el debilitamiento y todas cuantas miserias configuran la existencia tuvieran un fin digno de ser vivido. Solo que el hombre ha buscado siempre en las alturas, en lo abstracto, en lo inalcanzable. Como si fuera preciso elevarse de la tierra para entender el misterio.


Yo no voy a descubrir ese misterio, de momento no es mi cometido. A mí solo se me ha ordenado que haga un somero esbozo de lo que estamos buscando lejos de nosotros desde el principio de los tiempos. Otros vendrán detrás que darán forma a esta revelación y desarrollarán la doctrina necesaria para su entendimiento y divulgación a todos los niveles. Pero eso será cuando la civilización que entonces pueble la tierra esté concienciada y preparada para afrontar este cambio.
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Debo dejar constancia de que en este punto se ha borrado una línea de pensamiento que no debería ser el correcto. Y no ha sido por ningún efecto sobrenatural, sino porque he escrito sobre esa primera línea otra que ha borrado los caracteres anteriores , dándome a entender con ello que estaba desviándome del tema.

Si alguna cosa os resultara extraña, pensad que es debido a que la traducción no es literal. Se me ha dado una certeza y se me ha dejado solo. Por tanto debo indagar, imaginar, aventurar todo aquello que escape a mis posibilidades. Claro que tengo el precedente de que en otros ensayos, a estas lagunas se las ha llamado misterios y la única llave de acceso hacia ellas es la Fe.

No os pediré que tengáis fe en lo que digo; solo que lo que digo es tan cierto como el sol que nos alumbra , como la tierra que nos acoge, como la noche que nos envuelve.

Todo lo que nos define, lo que nos da carácter, lo que nos hace creernos superiores al resto de las especies que nos acompañan; todo el entramado por el que nuestro cerebro llega a sentir, a gozar, a sufrir, a recordar, a amar, a pensar; todas las sensaciones, ilusiones, fracasos, egoísmos, angustias, fantasías, dudas, cavilaciones; toda la metamorfosis que se produce en nuestro cerebro (evolución la llamaron en mi sueño) , no son sino los humores de una naturaleza imponente; los efectos de la convulsión interna de una  poderosa mente a la que llamamos Planeta Tierra.


Es decir: La Tierra es un ser inteligente que a lo largo de millones de años ha ido conformando su naturaleza y autoregulando sus necesidades; es el único ser cuyo pensamiento es original; el único capaz de crear formas de vida que subsisten durante breves espacios de tiempo según a el/ella le conviene, pues en su perfecta  concepción está dotada de ambas sensibilidades ; su alimento esencial son los cadáveres que produce incesante para satisfacer su voracidad insaciable.

Ya sé, que a estas alturas de mi relato alguien habrá utilizado la palabra "loco"; pero cuidado es otra trampa más: La confusión; su arma más sofisticada para que nadie sepa como piensa o cual será su reacción. No os confundáis, somos su despensa; nos engorda y luego nos devora. )Vampiros? Solo hay un vampiro: Enorme, monstruoso, omnipotente, eterno, inalcanzable. Es la Tierra.

Puedo aseguraros que no es este mi estilo de narración. De hecho no soy narrador, sino poeta. Siento una enorme presión en la cabeza como si alguna fuerza oculta intentase aplastarla para evitar que sea el vehículo por el que otra mente , antagónica al criterio con el que actúa la Tierra- ) Quién podrá ser ? - trata de alertarnos. Estas fueron sus palabras de presentación:

Yo soy fruto de la conspiración de mil fantasmas
de una intensa marea aún en desarrollo
de un parto a contratiempo de la vida.

Indescifrable. ) No les parece ?.

Noto la tensión de las dos fuerzas sobre mi ser; la densidad de su ira; la silenciosa lucha de sus mentes. Tengo que dejar de escribir ( Socorr...!.

Han pasado dos semanas en las que no me he atrevido a seguir con mi relato. Aquella noche ( siempre escribo de noche) perdí el conocimiento y mi cabeza cayó sobre el teclado del ordenador. Al despertar pude leer esta frase que les juro que yo no escribí: ((( NO SIGAS !!!
No somos ni más ni menos que los servidores de un amo egoísta y caprichoso. El reflejo de un cerebro portentoso que es capaz de crear a voluntad formas de vida que aún pareciendo independientes dependen de él y solo a él sirven , aún inconscientemente. En qué laboratorio se preparan las pócimas para la creación de estos organismos menores y qué parte de su prodigioso cerebro se dedica a la alquimia es el secreto más celosamente guardado por este ser maquiavélico. Dragones de fuego, monstruos de siete cabezas, laberintos inescrutables, espejismos, metamorfosis, magia blanca magia negra, hipnotismo...Son algunas de las incontables defensas de que dispone este ser abominable cuya panza ha llegado a ser tan descomunal que ha anulado al resto de sus órganos externos.

Por qué tenemos cerebro, inteligencia, voluntad, memoria, sentidos, autonomía, libre albedrío...Es otra de sus armas, quizá la más portentosa, pues al ser creados con los componentes de su propio organismo no ha podido evitar transmitirnos parte de sus capacidades  y las enmascara haciéndonos creer poderosos, sabios, fuertes... mezclando en nosotros sensaciones incontroladadas que no nos permiten ver con claridad su juego fantástico.
Fijaos bien en la transmisión de las formas de vida que conocemos: el polen necesita del viento para fecundar el m...mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm... alguien quiere que pierda el hilo, pero tengo que contar esta...revela...aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa... (AGGGGGGG!.
Siento verdadero terror a sentarme de nuevo ante el teclado del ordenador; el rectángulo negro de la pantalla semeja una sima que va engullendo mis palabras; aún no he podido sobreponerme al intento de estrangulamiento que padecí hace varios días; el porqué no acabaron conmigo es un misterio; debió salvarme la mente aliada porque necesita de mí para su propósito, solo sé que desperté del desvanecimiento con un intenso dolor en el cuello. Confieso que no soy valiente, otro susto como estos y mi corazón dejará de latir. )Porqué sigo entonces?; )porqué esta obsesión en ser fiel a la especie de mandato que emana de mi sueño?.
Existen claros indicios de que somos un subgénero que a nuestro creador le conviene aguantar, de momento; fijaos bien lo que ocurrió con los dinosaurios. Y no estamos seguros de que antes de ellos no existieran otras especies. Pero al fin, después de muchos ensayos ( fuerza, agilidad, volumen...) consiguió crear un ser no demasiado fuerte, ni demasiado grande,  capaz de almacenar todos los componentes químicos necesarios para desarrollar una pequeña inteligencia. Un nuevo experimento con el que, si algo no fallaba podría gozar de servidores eternamente.


Quiero  hacer un pequeño paréntesis aunque no sé si el orden es el correcto. Siempre se ha hablado de Dios como creador de un ser modelado en barro al que infundió su espíritu. Ha sido, hasta ahora, la definición más aproximada a una realidad que la ciencia no es capaz de sustituir. Pero el barro, por sí solo no produce reacciones en cadena; ni en cadena ni de ningún tipo. Son los componentes químicos, líquidos, minerales... los que, mezclados sabiamente han conseguido dar identidad al ser llamado, erróneamente, humano, pues el verdadero nombre ( puesto ya en boca de los posibles marcianos en los cuentos de ciencia ficción) es el de "terrícolas", es decir: compuestos de tierra.

Es , tal vez, nuestro empeño en definirnos, en ubicarnos, en buscar un origen que nos eleve o un final que nos libere de esta sensación inocua y limitada, la artimaña mejor urdida para hacernos dar vueltas sobre el mismo rodal y mantenernos en una libertad esclavizada.
Todos hemos sentido en más o menos ocasiones esa sensación de dependencia, esa falta de libertad, esa necesidad de espandirnos, de escapar a nuestras propias limitaciones. Y hemos dado por bueno que nuestra vida será gozosa una vez traspasado el umbral de la Muerte; o que nos reencarnaremos en nuevas formas; o que seremos los felices moradores del paraíso terrenal, hasta el extremo de crear religiones y sectas fanáticas llenas de leyes y preceptos que nos conducirán a buen puerto en caso de seguirlos.

La carcajada terrorífica del monstruo, produce un terremoto de enormes magnitudes. Y miles de personas son engullidas en un inimaginable banquete incapaz de saciar una voracidad sin límites. No hay cielo ni infierno para esos miles de cuerpos inertes. Solo son pasto de los minúsculos aliados del gigante que volverán a dar a la materia de la que estamos compuestos su exacta dimensión :"Polvo al polvo". Nuestros átomos volverán a  integrarse en la marea común y la armonía será completa.

Porque la Tierra, a la que en todo somos semejantes, es un ser la mayoría de las veces armónico que pasa su eternidad componiendo las más bellas sinfonías, esculpiendo las más sorprendentes imágenes, creando incesantes policromías. Y todo ello, hecho con la infinita paciencia de quien se sabe dueña del tiempo; retocando sin cesar su obra, matizando su música, mezclando sus tinturas hasta el éxtasis.


) Para qué nos necesita entonces?.Puede que sea para satisfacer su ego, para sentirse admirada. Nuestro aplauso la hace feliz ; lo necesita aunque esté por encima de nosotros. Es vanidosa ( y me atrevo a aplicarle el femenino porque es sin duda el sexo más creativo y fecundo) hasta el extremo de creerse única.

Hay, en torno a mí, un silencio denso. Nada extraño se manifiesta; nada hostil me perturba. Como si hubiera conseguido adentrarme en ese todo armónico del que también yo formo parte . Estoy llegando al conocimiento, traspasando por tanto las barreras hostiles ; a la comunicación; al entendimiento. Creo que mi misión no es antagónica y que quien me la revela forma parte de la misma naturaleza; creo que el mensaje es claro :Nada va a prevalecerme, pero todos junto a mí, gozareis de la eternidad.

(Era otro truco!. Resulta que la pérfida me estaba embaucando, adormeciendo mis sentidos; anulando mi espíritu; aturdiéndome con sus cantos de sirena. (Ah malvada, malvada!. ( No conseguirás tu propósito!.

Un mar de duda , ninguna certeza . Estoy como siempre, como antes del sueño revelador; creo que el sueño se va desvaneciendo a medida que mi cerebro se va sintiendo presionado. ) A quién creer? , ) cual de estas mentes será sincera ?. Ambas son poderosas, las siento; utilizan toda clase de trucos para convencerme de lo que ellas quieren que piense; se presentan las dos con disfraz de cordero, ladinamente, tratando de ganar mi voluntad.

Renuncio. ) Debo renunciar ?. A fin de cuentas, aunque yo llegara a una conclusión definitiva, no me íbais a creer. Uno de nuestros mayores sometimientos es estar convencidos de que es nuestra verdad la única coherente.


Pero el mensaje es claro : Nuestro ciclo vital es un proyecto más en experimentación y el proceso está llegando a su fase final. Es posible que regresemos a los átomos y seamos reciclados en un nuevo intento del viejo alquimista por controlar sus turbios impulsos ; es posible que esta maraña de sensaciones que hemos vivido sirva para corregir las fórmulas químicas que darán lugar a un mejor producto ; es posible que una vez descubierta la sustancia que origina el caos en el que estamos inmersos, sea eliminada durante un nuevo proceso geológico y surja, nuevamente el paraíso. Era tal la armonía del principio, la quietud y el silencio , que la Tierra, embriagada de su propia dicha quiso sentirse amada y se deshizo en formas y mezcló sus esencias en su enorme perol. Desde aquél preciso momento no ha dejado de intentar conseguir su sueño ; no en vano , sólo es un ser a nuestra imagen y semejanza.