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jueves, 8 de enero de 2015

HILO DIRECTO CON DIOS

Hilo directo con Dios (Contra todo pronóstico, este, no es un poema pesimista).


A mis sesenta y nueve  años menos algunos meses,
Convencido de que lo que resta es lo menos y lo peor,
Necesitado de una ayuda que ya no me pueden prestar en este mundo,
Busco la manera de llegar por mis propios medios
A esa estación término en la que está estacionado el tren de regreso.
No sé si el camino será duro,
Si habrá estaciones intermedias de dolor,
Si los ojos alcanzarán a ver las últimas indicaciones,
Si la memoria seguirá dando forma a este todo complejo en el que habito,
No sé si el corazón aguantará vigoroso  hasta e  final,
Hasta ese momento del trasbordo en el que gorra en mano,
El revisor nos mostrará el asiento definitivo.
Sea como fuere, lo intentaré.
Haré las preguntas pertinentes a quien no puede eludir las respuestas
-quizá peque de descarado-
Y jugaré las bazas restantes de esta gran partida de mi vida
Con las  figuras que he ido consiguiendo a lo largo del lance
(no voy a negar que voy a tratar de conseguir las diez de monte
Aunque también soy consciente de que la mano me lleva ventaja).
Así iré desgranando un rosario de quejas, de súplicas,
De exigencias llegado el caso.
Haré valer los derechos adquiridos, los múltiples intentos,
Los continuos fracasos,
Incluso los engaños a los que he estado sometido
Por quienes tenían el sacrosanto deber de allanar dificultades.
A fin de cuentas ¿quién puede ya negarme este privilegio?
¿quién se atreverá a cerrarme la puerta,  ya entornada, de la vejez?;
Soy un peregrino que ha llegado al santuario con los pies llagados
Al que ya nada importa los sufrimientos pasados.
He llegado a las puertas de la gloria
Con la cartilla de credenciales sellada en los distintos lugares  que jalonan el recorrido.
He soportado empinadas cuestas,
Inclemencias de todo tipo,
chinches, sed, equivocaciones en la ruta.
He pasado ya por todos los trances que a un  peregrino de la vida le está dado pasar.
Y ahora sólo espero que se abra la puerta del misterio.